sábado, 30 de mayo de 2009

APOFIS



Era una serpiente gigantesca, indestructible y poderosa, cuya función consistía en interrumpir el recorrido del barco solar, pilotado por Ra, para evitar que consiguiera alcanzar el nuevo día, y para ello empleaba varios métodos: atacaba la barca directamente o culebreaba para provocar bancos de arena donde el navío encallara. Todo ello tenía sólo una finalidad: romper la Maat, el Orden cósmico.

Apofis era el mal con el que había que luchar para contenerlo; sin embargo, nunca sería aniquilada, sólo era dañada o sometida, ya que de otro modo el ciclo solar no podría llevarse a cabo diariamente y el mundo perecería. Para los antiguos egipcios era necesario que existiese el concepto del mal para que el bien fuera posible.

Los egipcios creían que, cuando el cielo se teñía de rojo, era a causa de las heridas provocadas a Apofis. También, interpretaron que los eclipses eran obra suya, en la lucha en la Duat.

Todas las serpientes eran su encarnación, excepto la cobra, que representaba al Sol. En Egipto la cobra (uraeus) era un símbolo de resurrección, siendo el animal protector de los faraones, y en la ciudad de Buto eran veneradas por su carácter benéfico.

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